Les històries d'una gata de Sitges

15 de enero de 2007

La toxoplasmoxis y los gatos

Menuda palabra, por si sola ya impresiona. Esta enfermedad va asociada directamente con nosotros, pues somos el único animal que elimina la bacteria a través de nuestras heces. El resto (aves, cerdo, etc.) la transmiten cuando el ser humano la come mal cocida. Desgraciadamente, el desconocimiento sobre las formas de contagio hace que miles de gatos sean abandonados. Y no creáis que estoy anteponiendo la vida de un colega a la vida de un pequeño ser humano a punto de llegar a su nuevo hogar, tan solo rogaría a las futuras mamás que se informarán muy bien a través de su ginecólogo, pediatra y/o veterinario antes de deshacerse de su mascota.

La toxoplasmosis es una infección parasitaria que si afecta a la mujer embarazada puede poner en peligro la salud de su recién nacido. La mayoría de los casos en otras personas pasan inadvertidos pues los síntomas son los similares a una simple gripe. Normalmente, la infección activa ocurre sólo una vez en la vida y la persona se vuelve inmune. Las mujeres que desarrollan inmunidad a la infección antes del embarazo no corren peligro de transmitir la infección a sus bebés.

Tu médico puede hacerte el test de Toxoplasma. Si este aparece positivo significa que ya tienes anticuerpos porque ya has estado infectada y tú médico tomará las medidas necesarias para impedir que se reactive. Si es negativo, es que nunca has estado infectado y tendrás que tomar precauciones básicas.

Recuerda, toma dichas precauciones y mantén a tu GATO SANO ayudándole a no infectarse él mismo: Mantenlo dentro de casa y dale de comer pienso y lata, que no salga de caza por ahí.

No toques las heces con las manos:
  • Pide a alguien que limpie la bandeja por ti (chicas!! ya tenéis la excusa perfecta para que el “maromo” se encargue de este tema…)
  • Si tienes que hacerlo tú, porque no te queda otro remedio, utiliza guantes o pala.
  • Limpia a diario, porque el parásito de las heces de los gatos necesita al menos un día para volverse infeccioso, así que lo habrás tirado antes de que eso ocurra. Lávate luego las manos con agua y jabón.

Tu veterinario también puede hacer esta prueba a tu gat@ para saber si tiene anticuerpos. En caso de duda, por favor no los abandonéis, seguro que hay algún familiar o amigo que se puede hacerse cargo de él/ella durante el tiempo que transcurre el embarazo. Así cuando el pequeñajo ya esté en casa estará encantado de tener un amiguito felino a quien estrujar.

Si deseáis más información la Fundación Altarriba ha preparado un dossier muy completo sobre el tema. Lo podéis bajar aquí.